Pasos para hacer abono casero en un sitio cerrado
El compost o abono casero es
una creación sumamente benéfico no sólo para nuestros cultivos en tierra y en maceta, sino que es también una manera
genial de aprovechar los residuos
orgánicos, minimizando el impacto ambiental y mejorando nuestra calidad
de vida.
Para crear tu compost casero necesitarás
de una maceta, un balde o un contenedor de algún tipo, que cuente con tapa.
Coloca
algo de tierra dentro del contenedor. Esta tierra quedará sumamente
enriquecida, y evitará que los
aromas se dispersen sin límites, al absorber directamente los
nutrientes de los desechos orgánicos.
Cuando
cocines, ve depositando dentro de este contenedor los residuos orgánicos sólidos. Éstos son
las sobras de alimentos, en especial los no cocidos, las cáscaras de frutas y
verduras, las hierbas de infusiones y demás. Para evitar malos olores, no coloques residuos de alimentos de rápida
descomposición, como huevos y carnes.
También
puedes aprovechar para colocar dentro restos de otros elementos no comestibles,
como servilletas de papel, troncos y demás.
Al
colocar los desechos, cúbrelos con una capa fina de tierra, de aproximadamente un
centímetro de espesor. Esto te ayudará a controlar los olores, y permitirá
mayor cantidad de tierra absorbiendo los nutrientes.
Una vez
por semana, remueve este compost con
una pala de jardinería, para complementar dicha absorción. En lo posible,
mantén la preparación seca, aunque no demasiado. La humedad de los desechos
debería ser suficiente, pero si notas demasiada sequía, puedes humedecer apenas
con algo de agua templada.
Luego,
simplemente utiliza esta tierra en
tus cultivos. Verás que en cuestión de días tus plantas se llenarán de
nutrientes y lucirán estupendas, ayudando a su vez al medio ambiente.
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